1074 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas desde el año 2013; en lo que va de año 41, y se han quedado huérfanos de madre 23 niñas y niños.
No sabemos el número de mujeres y niños que están viviendo ahora el infierno de la violencia de género, pero si sabemos que en torno al 65% de las mujeres que la sufren no denuncian, que en un porcentaje altísimo los hijos e hijas menores que con ella conviven también son maltratados, y que todos ellos son testigos y victimas del horror, bien porque presencien las palizas, insultos, amenazas, golpes a objetos,… o, porque sin presenciarlos, respiran ese ambiente opresor y aniquilador en que está inmersa su madre y ellos mismos.
Al margen de la violencia sobre la mujer en esas relaciones de afectividad, las mujeres y las niñas son sometidas a las manifestaciones de violencia más agraves imaginables por el solo hecho de ser mujeres; desde agresiones sexuales a feminicidios sexuales; a matrimonios forzados; a mutilaciones genitales; a la explotación sexual,…
Pese a los avances normativos, tanto nacionales como internacionales, subsisten esos sesgos y estereotipos, esas estructuras machistas que privilegian al hombre y que desprecian y discriminan a la mujer colocándola en ese plano de subordinación y subyugación en el que la violencia se erige en un instrumento de poder y control.
Es necesario seguir avanzando en prevención y en educación, para que podamos hacer efectivo el derecho a la igualdad rompiendo con aquellas estructuras y erradicando aquellos estereotipos que tanto dañan a las mujeres; es necesario avanzar en protección con independencia de que las víctimas denuncien esos hechos o no; es necesario extremar la diligencia en la investigación y sanción para no transmitir una mensaje de impunidad o de condonación de actos que son siempre imperdonables. Es necesario reconocer el derecho a la reparación de las víctimas; es necesario que se dé el apoyo real y efectivo en todos los órdenes a los huérfanos y huérfanas de la violencia de género y a esos niños y niñas que malviven en ese ambiente violento y destructivo; es necesario que todos y cada uno de nosotr@s rechace frontalmente la violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones y que se muestre intolerante con el maltratador, con el violador, con el proxeneta…
Es necesario levantar la voz y no callar contra la violencia de género y la UPF quiere hacerlo en este día manifestando su apoyo a las víctimas- mujeres e hij@s- a las instituciones y a las asociaciones que luchan para erradicarla y para dar soporte a quienes la sufren.
NO MÁS VIOLENCIA DE GÉNERO!!!!!!!!!!