La Unión Progresista de Fiscales, tras conocer el fallo de la Sentencia del mal llamado “Caso Bono” dictada por el Tribunal Supremo, se felicita por cuanto la misma supone el restablecimiento del tradicional entendimiento legal de las actuaciones policiales, injustamente puesto en duda en este caso por el único motivo de no recaer sobre personajes marginales sino sobre militantes políticos conservadores que llevaron a extremos inadmisibles y violentos la expresión de su discrepancia.
La manipulación política desatada en este asunto, la campaña mediática que llevó aneja y, finalmente, una condena cuyos postulados jurídicos la UPF nunca compartió, se han visto completamente desautorizados por la resolución del Tribunal Supremo.
Lamentamos que la actitud beligerante de ciertos voceros del desprestigio haya provocado graves perjuicios a algunas personas, como dimisiones o pérdidas temporales de su puesto de trabajo, imposibles de reparar hoy. Exigimos a aquellos, ya que no reparar el daño causado, su responsabilidad política o profesional.