Soy Mª Jose Segarra Crespo. Este otoño acabo de celebrar con mis compañeros de promoción, los 30 años de Fiscal y sigo entusiasmada con mi trabajo. Desde esos primeros años de Barcelona, donde aprendí tanto. Me marcó de forma especial aprender con un Jefe como Carlos Jimenez Villarejo, siempre atento a potenciar a los jóvenes y pionero en el trabajo en favor de la especialización y de la protección de los colectivos en riesgo, hoy ya generalizadas en todas las Fiscalías.
Y desde luego el trabajo en el área de Protección de Menores que me enriqueció como persona. Luego me fui destinada a Sevilla, donde actualmente soy Fiscal Jefe desde hace más de 12 años. He querido desarrollar una Jefatura que facilite un espacio para el desarrollo de las capacidades de todos los fiscales que la integran, aunque desgraciadamente la carga de trabajo que hoy pesa sobre las Fiscalías dificulta ese objetivo.
Esta experiencia como Fiscal Jefe me ha permitido tener una visión más amplia de nuestros puntos fuertes (indudablemente las personas, y nuestra enorme capacidad de motivación), y nuestras debilidades como institución. El despliegue territorial de las Fiscalías (no siempre acertado), el digital (con enormes carencias fruto de la gestión de un Ministerio de Justicia que no se ha planteado dotar a las Fiscalías de herramientas acordes con los progresos que si ha ido realizando en los últimos años con las secretarías de los juzgados), las escasas plantillas de nuestras secretarías, que no pueden realmente asumir el apoyo a los Fiscales limitándose a rellenar registros de entradas y salidas, y las mejoras laborales necesarias (por ejemplo, la compensación económica ante la imposibilidad real de organizar en las Fiscalías los días de libranza; el abono de los días de guardia perdidos durante las bajas por enfermedad o la nivelación salarial conforme a las funciones que se realizan), son candentes temas pendientes de liderar en el próximo Consejo Fiscal.
Y no olvidemos la búsqueda de mecanismos de protección para los Fiscales ante presiones concretas o incluso ambientales, como las que se están viviendo en alguna CCAA, que pueden afectar a la tranquilidad con la que se debe abordar realizar un trabajo bajo el principio de imparcialidad.
No son solo cuestiones asociativas, son problemas que repercuten en la organización y la salud laboral de todos y que deben ser abordados de forma institucional desde el Consejo Fiscal
Me parece un momento trascendental de reinvidicarnos a nosotros mismos, a nuestro trabajo del que estamos orgullosos y a nuestros valores, mediante la participación en estas votaciones, llevando al Consejo Fiscal a un equipo de Fiscales valiente y capaz, como los que componen la candidatura en la que me presento.
Mª José Segarra