El día 25 de julio de 2012, en Madrid, se celebró la sesión constitutiva de la Cumbre Social que bajo el lema “Quieren arruinar el País” aglutinó a más de cien organizaciones (médicos, agricultores, ganaderos, sicólogos, ecologistas, economistas, estudiantes, feministas, fiscales, jueces, secretarios judiciales, artistas, defensores de la función pública, técnicos de hacienda, ingenieros, maestros, policías, guardias civiles, sociólogos, arquitectos, ATTAC, sindicatos, extranjeros, autónomos, PYMES, futbolistas, trabajadores sociales y otros muchos….)
Este acto fue impulsado por los sindicatos CCOO y UGT con la finalidad de dar continuidad a la gran movilización social que en España tuvo lugar el día 19 de julio de este año, en la que millones de personas salieron a la calle para manifestar al gobierno su oposición frente a las abusivas medidas adoptadas, que cargan la crisis sobre las espaldas de los sectores más débiles de la sociedad.
La Unión Progresista de Fiscales participó en la mesa moderadora de la Cumbre Social y manifestamos que, como asociación que mantiene un fuerte compromiso en contribuir a establecer y mantener una sociedad democrática, estamos muy preocupados con el devenir de los acontecimientos y creemos que es decisivo articular de alguna manera todo el descontento e indignación latente en la ciudadanía como consecuencia de las medidas adoptadas por el gobierno.
En la reunión se acordó mantener las movilizaciones contra los postulados del neoliberalismo y el fraude democrático del gobierno actual, y se convocó una gran movilización para el día 15 de septiembre de este año. También se aprobó una recogida de firmas para solicitar que las medidas de recortes del estado de bienestar, que con la excusa de la crisis se están adoptando, sean sometidas a referéndum y para el caso de que éste no sea admitido por el presidente del gobierno, se proceda a realizar una consulta popular.
La Cumbre Social tiene vocación de permanencia en el tiempo, no descarta la convocatoria de una huelgageneral ciudadana y en su espíritu está el aglutinar a ciudadanos, ciudadanas, trabajadores y trabajadoras de todos los sectores sociales con la finalidad de exigir otra política justa, solidaria y conforme a valores democráticos y conatitucionales.